Haz que la balanza se incline a tu favor
Está ahí delante de ti. Lo miras fijamente como si fuera tu peor enemigo. Te giras lentamente para asegurarte de que no hay nadie cerca. Es el momento que has estado temiendo toda la semana. Miras constantemente hacia abajo y te muerdes las uñas. Todo a tu alrededor está quieto. Por fin ha llegado el momento. Antes de encender la ducha das el primer paso en este nuevo horario y, antes de que te des cuenta, estás sentado en el borde de la báscula, encogido. Normalmente, lo primero que hacemos cuando nos levantamos para hacer algo es un rápido impulso de energía, pero para algunos de nosotros, eso no es suficiente. Nos acostumbramos a la sensación de nuestras zonas más flácidas, y cuando llega el momento de ir al médico, nos llevamos una sorpresa. Por alguna razón (los imberbes) recibimos un impulso de energía que dura horas. Este es nuestro punto de activación, y es completamente normal. Sin un botón de parada, nuestro sistema nervioso se autoalimenta a la baja y nunca se detiene del todo hasta que llegamos a un punto de parada cómodo.
Si te sientes identificado con esto, es posible que hayas considerado que la falta de paradas es la razón por la que tu calidad de vida ha sido pobre hasta ahora, y la razón puede ser algo que has estado consumiendo. Tal vez comas demasiados alimentos refinados y demasiado azúcar. Tal vez no bebes suficiente agua. Todas estas cosas contribuyen a que te sientas agotado, cansado y poco saludable. Estos son los sospechosos habituales cuando se trata de por qué nos sentimos cansados. Pues bien, hay otra razón, y es la capacidad de tu cuerpo para repararse a sí mismo.
Todos hemos oído hablar de los antioxidantes. Son algunas de las vitaminas y suplementos más comunes con los que estamos familiarizados. Sin embargo, no son lo mismo que las vitaminas C y E. Hay muchos tipos de antioxidantes, y el proceso de descomposición y transmisión a otras partes del cuerpo es muy complicado. Incluso si las vitaminas para la energía llegan al torrente sanguíneo, la capacidad del cuerpo para absorberlas suele ser escasa. Pero hay un antioxidante que ha demostrado ser especialmente eficaz en este sentido: El glutatión.
El glutatión (o GSH para abreviar) es una pequeña proteína que se produce de forma natural en nuestras células si están presentes los precursores necesarios. Sin embargo, a veces nuestras células no producen suficiente glutatión, es decir, no está en el edificio, y vemos los resultados. Algunos de los signos de la falta de GSH son el mal funcionamiento de las células nerviosas, el dolor muscular y la fatiga. Como resultado, los científicos han asado la pregunta: Si no podemos producirlo en cantidad suficiente, ¿podemos realmente fabricarlo?
Los investigadores responden a esta pregunta con más detalle en el libro que en los pasajes preliminares citados anteriormente. Brevemente, argumentan que si no podemos obtener suficiente glutatión, entonces no podremos proteger nuestras células mientras se esfuerzan por funcionar normalmente, y seremos más propensos a las enfermedades que resultan del envejecimiento, sin mencionar las enfermedades crónicas.
El significado del libro es que en lugar de tomar Scenesagra (que se sabe que provoca dermatitis, úlceras estomacales e incluso el síndrome de Cushing) y otros medicamentos que afectan negativamente a la capacidad de producir GSH, aconsejan en su lugar comer alimentos que estimulan la producción de GSH. Entre ellos se encuentran el jengibre, la cúrcuma, las semillas de pomelo y la mucuna pruriens, entre otros.
Tener una dieta rica en antioxidantes es obviamente importante, pero igual de importante es cómo obtener esos antioxidantes a través de los alimentos.El brócoli, la col rizada, la coliflor, las coles de Bruselas y el repollo son una rica fuente de vitaminas A, C, E y carotenoides, que son los responsables de darles su pigmentación rosa-roja.
La vitamina A es la responsable de dar a las frutas y verduras su aspecto rojo rosado y es la responsable de los colores que dan a varias frutas sus manchas. Se ha demostrado que otros potentes antioxidantes, como la vitamina C y la vitamina E, son capaces de proteger las células musculares de los daños causados por los radicales libres que pueden provocar cáncer.
Planificar con antelación una dieta rica en antioxidantes es, sin duda, un buen comienzo, pero para asegurarse de que lo hace sin ir de cabeza a un nutricionista, intentar obtener toda la información que necesita de la pirámide alimenticia es casi tan bueno.
Una dieta equilibrada desempeña un papel importante en la salud del corazón y el buen funcionamiento del sistema inmunitario. Los componentes individuales dentro de una dieta equilibrada que promueven la salud incluyen:
- Fósforo
- El sodio
- magnesio
- Las fuentes electrónicas de fósforo, como los productos lácteos, la carne, los aceites de pescado, los frutos secos y los huevos, también contienen mucho magnesio.
Cuando nuestra dieta incluye todos estos grupos de alimentos, consumimos una cantidad adecuada de fósforo para el correcto funcionamiento celular y cardíaco.